Últimamente han estado circulando en redes muchas imágenes generadas con IA que intentan imitar el estilo visual de Studio Ghibli. Paisajes bucólicos, personajes de mirada melancólica, fondos pintados como acuarelas… La estética de Ghibli se ha convertido en una obsesión visual para miles de personas. Y, sí, llego tarde a ese trend. Pero no podía evitar preguntarme:
Para explorar esa pregunta, decidí hacer un experimento rápido. Tomé uno de mis dibujos tradicionales del reto Inktober y lo redibujé en mi iPad, intentando acercarme al estilo Ghibli.
Este no es un fanart de ninguna película en particular, ni una pieza elaborada con semanas de trabajo. Es un ejercicio hecho en menos de una hora, con un fondo rápido, improvisado, y con la intención de reflexionar, más que de impresionar.
Y sí, no me salió como esperaba.
El estilo Ghibli es mucho más complejo de lo que parece a simple vista. Tiene alma, ritmo, atmósfera. No basta con copiar sus formas; hay que entender su lenguaje visual.
Con la proliferación de herramientas de IA generativa, cada vez es más fácil replicar estilos artísticos sin necesariamente comprenderlos. Esto plantea muchas preguntas éticas:
¿Estamos homenajeando o robando?
¿Es arte o una simple simulación visual?
¿Dónde queda la identidad del artista?
Yo estoy en contra del uso irresponsable de estas tecnologías. Pero también creo que, si ya están aquí, tenemos que aprender a usarlas con criterio. No como reemplazo, sino como herramientas que acompañen un proceso creativo auténtico.
Te invito a ver el video, dejar tu comentario y compartir tu punto de vista.
¿Crees que la IA puede ser una aliada del arte o solo una imitadora hábil?